sábado, 13 de febrero de 2010

Cuando quemaron Radio Cabimas

La situación política que se vivía en el país en esa época (1960s) : guerrillas, amenazas del comunismo isleño (Cuba), originaron disturbios estudiantiles. Los estudiantes de la Escuela Técnica Industrial y los del Liceo Chávez se enfrentaban con la Guardia Nacional y la Policía dejando como consecuencia alumnos y profesores presos y heridos.

Nombres como Eleazar Pinto, dirigente de Acción Democrática; Rafael Reinoso “Chivita”, dirigente del Partido Comunista; Rosa Vargas y Alba Rosa Alfonzo, dirigentes estudiantiles, y de otros más, quedarán grabados en la historia del plantel (Liceo Chávez).

Un día de tantos, se presentó una situación irregular llevando a la Guardia Nacional a impedir el acceso a los alumnos, incluyendo a todo el personal que allí laborábamos. Un salvoconducto expedido por el Capitán de la Guardia Nacional era un aval para salir y entrar al plantel y así poder cumplir con nuestro trabajo.

Momentos difíciles nos tocó vivir a todo el Personal Administrativo un 9 de Diciembre de 1961, cuando Venezuela celebraba un año de haber roto las relaciones con Cuba. Fecha que jamás será olvidada por el pueblo de Cabimas.

Los disturbios presentados ese día, finalizaron con la quema de Radio Cabimas. Esta emisora estaba ubicada en la calle Igualdad, al fondo de nuestras oficinas, motivo por el cual tuvimos que resguardarnos debajo de los escritorios para evitar ser heridas por las balas y perdigones que entraban por los ventanales. Cuando alcanzábamos ver lo que sucedía, nos encontramos con una lluvia de discos que salían de la emisora como platillos voladores, la máquina de escribir también sufrió la misma consecuencia. Ese día tuvimos que convertirnos en atletas para poder brincar la pared del fondo que daba para un terreno desocupado, allí nos esperaban algunos familiares y amigos quienes vendrían a rescatarnos.

Profesora Alba M. Alfonzo

miércoles, 10 de febrero de 2010

Homenaje a II Promoción de Bachilleres en Ciencias y Humanidades Año Escolar 1960-61 Del Liceo Hermágoras Chávez de Cabimas.

Erase un mes de septiembre, finalizando el Año Escolar1959-60, con tan sólo 16 años de edad, pisé los pasillos del Liceo Hermágoras Chávez de Cabimas, el cual funcionaba en frente a la Escuela Técnica Industrial en la Avenida Andrés Bello en donde, hoy en día funciona la Escuela Manuel Méndez Fuenmayor.

Venía de cursar mis estudios de Commercial High School en un internado de la Isla de Jamaica, y gracias al Supervisor de la Zona Educativa,
profesor José Gil Alfonzo, llegué a enrumbar mi juventud en tan querido e inolvidable Liceo como secretaria, uniéndome así a otras jóvenes que ya formaban parte del staff de secretarias.

Ahí aprendí a convivir y respetar al Personal Administrativo integrado por: Olga González (q.e.p.d), Secretaria del Director; Edegna Carreño de Loaiza, Secretaria de la Sub-Dirección; Brígida Carreño, Bibliotecaria; Leticia “Letty” Rosillo, Yolanda de Ochoa, Mimia Ocando.

Al Personal Obrero: José Coba, Pompilio Rodríguez, Anselmo Nava, Luis Bermúdez, Ibrahim Rojas, otros más, y al personal docente, nombres que vienen a mi memoria como: Prof. Luis Manuel Bolívar, Director; Prof. María Carrasquero Verde, Sub-Directora; Prof. José M. Acevedo, Prof. Primitiva de Acevedo, Prof. Manuel Oporto, Prof. Luis R. Franco, Prof. John Jemmont, Prof. Benigno Calatayud, Prof. Josefa López de Urdaneta, Prof. Luis Arnaudes, Prof. Tomás Mirabal, Prof. Benito Moreno, Prof. Juan Agüero, Prof. Francisco Taborda, Prof. Manuel Fernández, Prof. José Montañéz, Prof. Rafael Galíndez, Prof. Eleazar Pinto, Prof. Asís Castellanos, Prof. Antonio Romero, Prof. M Acevedo, Prof. Rafael Reinoso, Prof. Carlos Ochoa, Prof. Justo Millán, Prof. Clímaco Acosta, Prof. Luis Pinzón, Prof. Adelso Prieto, Prof. Santiago de los Mozos, Prof. Alfonso Valecillos y Prof. Alfredo Márquez.

Todos juntos colaboramos para lograr que poco a poco el nombre del Liceo Hermágoras Chávez se fuera proyectando en varias ciudades cercanas. En ese Año Escolar 1960-61, en el cual ingreso, ya había arrancado el Quinto Año en las dos especialidades: Ciencias y Humanidades, convirtiéndose en la Primera Promoción que salía de su seno.

Referirme a la II Promoción de Bachilleres del Liceo Hermágoras Chávez es abrirles las puertas de lo que fue mi andar por los pasillos de tan querido plantel. Fueron ellos los que con su espíritu alegre y cariñoso hicieron posible que mi trabajo cada día se hiciera más placentero.

Aún cuando el tiempo ha transcurrido y a pesar de mis años, poco a poco avanzan todos esos nombres que quedaron en mi recuerdo. Cierro mis ojos y vagamente viene a mi memoria el nombre de Homero Africano, Daniel Perozo, Osmel Camejo, Nélson Carrasquero, Héctor Barrera, Víctor Guevara, Lubi González, Belén Velásquez, José Colina, Mebys Ocando.

Como no recordar a Homero, siempre fue el líder, el promotor de muchas actividades que se hicieron con la finalidad de recaudar fondos para el acto académico. Las metas de esos futuros bachilleres eran superar a la primera promoción.

La aceptación por parte de la profesora María Carrasquero Verde como madrina de la promoción, fue recibida con júbilo en toda la comunidad del liceo. Merecido reconocimiento a tan digna profesional.

Había un sueño, traer a la Billo¨s Caracas Boys para amenizar el baile, pero movilizar una orquesta de esa era muy costosa y se necesitaba mucho dinero. En una de esas reuniones del Comité de Graduación, decidieron rifar un carro. Era una camionetita marca Volkswagen, (si estoy equivocada acepto me corrijan) sacadito de la agencia. Los tickets fueron distribuidos entre todos los futuros bachilleres y sus familiares.

Recuerdo que se me fue mi quincenita, (para ese entonces ganaba Bs.200 (de los de antes) comprando tickets. Tenía que colaborar con cada uno de ellos, porque si no se me ponían bravos, y ¿quién no quería ganarse un carro tan bello?

El día de la rifa llegó. Era un viernes a las 7 de la noche cuando se supo el resultado. Casi todos estaban ubicados en mi oficina con un radio en la mano para escuchar a través de la emisora Radio Cabimas los números ganadores del primer y segundo premio de la Lotería del Zulia. Al obtener el resultado, inmediatamente se buscó el número en los talones vendidos. Una alegría se vivió en ese momento cuando la búsqueda del ganador fue nula. ¡¡¡Nadie se había ganado el carro!!!

Pero algo inesperado sucedió, había un segundo premio, que consistía en una nevera de 19 pies, un radio tocadiscos, y una cocina de cuatro hornillas, y para sorpresa de todos: ¡La ganadora había sido yo! Ese día llevé alegría a mi casa. Dios me había dado ese premio para resolverle un problema a mi papá, porque ya la neverita que teníamos no caminaba, estaba dañada.

El carro fue vendido obteniendo el Comité más ingreso y así disfrutar de una bella fiesta de graduación amenizada por La Billo´s Caracas Boys y el Grupo Los Blanco. Fue una noche inolvidable para los graduandos, familiares, y todos los que habíamos trabajado por ese logro. La voz de Cheo García cantando la VACA VIEJA nos dejó a unas cuantas con los zapatos sin tacones: Imposible olvidar esa noche.

Profesora
Alba Marina Alfonzo Rodríguez

martes, 9 de febrero de 2010

Anibal de Jesús Alfonzo Rodríguez


Aníbal de Jesús Alfonzo Rodríguez, de profesión Marino; nació en Juangriego, Municipio Gómez, Distrito Marcano del Estado Nueva Esparta, el 09 de febrero de 1912.

Desde muy joven llega a las tierras zulianas llamado por el auge petrolero, residenciandose en la COL. Para el año 1934 comienza a trabajar como perforador de pozos petroleros en La Lago Petroleum Corporation.

A los 22 años de edad, contrae nupcias con María Aurelia Rodríguez Gómez, de 18 años de edad, oriunda de San Juan Bautista, Distrito Díaz del Estado Nueva Esparta, mudándose, posteriormente para El Amparito unas casas recién construidas en Tía Juana.

De esta unión nacen cuatro hijos: Jesús Aníbal (q.e.p.d), Nelly María, Alba Marina y Duvis Margarita Alfonzo Rodríguez. En el año 1945 es transferido a La Salina, Cabimas ejerciendo funciones de obrero en la parte de transportación marina, motivo por el cual fija su residencia en el sector La Montañita. Enviuda a los 34 años de edad cuando fallece su esposa en 1946.

El dolor dejado por tan irreparable pérdida y la responsabilidad de cuidar a su familia lo lleva a renunciar a su trabajo como obrero para así atender a sus pequeños hijos. Poco tiempo transcurrió cuando la Compañía Creole lo llama a su seno de nuevo y lo reengancha.

La presencia de los trabajadores petroleros le daba luz, vida, abriéndoles las puertas a tantos pobladores cercanos. Esto llevó a la Compañía Creole a construir casas para sus trabajadores, naciendo así los campos Concordia Vieja, y Concordia Nueva (llamada también Campo ahorcado) donde le asignaron en la Calle Ecuador su primera casita. Eran cuadras formadas por cuatro casas de cemento, identificadas por letras A, B, C y D, con unos “portalones” (ventanas), sostenidas por un tubo o vara, en su patio tenían un “gallinero” construido por unas planchas de zinc y una cerca de alambre donde se podía criar el sustento del mañana.

En el transcurrir del tiempo y de su soledad decide formar un nuevo hogar, uniéndose sentimentalmente con una bella jovencita que llevaba por nombre María Esterbina Chirinos Sánchez (q.e.p.d), nacida en Churuguara del Estado Falcón, siendo su compañera por el resto de su vida hasta el día que fallece.

De este amor germinaron 6 hijos: Aída Josefina, Alida Norberta, Jesús Rafael, Judith María (q.e.p.d), Antonio Rafael y María del Valle Alfonzo Chirinos, quienes con los cuatro hijos tenido en su primer matrimonio, pasaron a formar su gran familia, su gran logro, su gran amor.

Después de trabajar por varios años en la Salina, en 1962 es transferido para Tía Juana como Jefe de Transportación Marina, residenciándose en la Urbanización El Prado. Aquí vivió muchos años hasta el día que cumplió sus 34 años de servicios. La compañía le reconoce los 6 años que había trabajado con La Lago Petroleum Corporation para ser jubilado con 40 años de servicios concediéndole su jubilación a los 62 años de edad en el año 1974.

Su eficiencia y responsabilidad, en toda su trayectoria que permaneció laborando para la Compañía Creole Petroleum Corporation, lo llevó a ser merecedor de varios diplomas y placas en reconocimiento a su contribución en Pro del bienestar diario de la empresa llamado “ABONE SU IDEAS”, obteniendo posteriormente un merecido homenaje como una pieza clave al cumplir la Creole sus 50 años de vida.

Aníbal de Jesús Alfonzo Rodríguez (q.e.p.d) fallece el 08 de Marzo de 1976.

Profesora Alba Marina Alfonzo Rodríguez
Fotos proporcionadas por Alba Alfonzo Rodríguez